A U T O R R E T R A T O
SI a pensarlo llegáis, no os lo creeríais. Es bueno y grandullón como una luna llena recién puesta sobre el horizonte, hondo como la propia vida y como buen castellano vergonzoso y grave y serio, por dentro, como el linar. Cariñoso, afable, desconfiado como un pez e incrédulo como una avutarda aun cuando siempre a Dios tenga en sus vientos. Pero sobre todo lejano, lejano, lejano, lejano aunque esté rezumando cercanía y se le escuche, presintiéndolo, a nuestro lado como una camiseta o como un hombro... Sí, lejanísimo e inabarcable, por más que él se nos dé igual que un pan benigno o un sol de junio.. E inocente, con aquella inocencia que da la sabiduría y el venir un poco rozado ya de todo en el holocausto que da el haber vivido, intensísimamente, a corazón abierto, sobre la vida, pleno de sueños, realidad y nubes.
El Tundidor es gigante como una muralla, gordo y pesado como una soledad en pie sobre la tierra, majo como unos carnavales de pueblo y completo como una mitología, y se asemeja a un otero lleno de pájaros y labranza arado por la reja magnánima de la ternura. Y poeta, POETA, pítico, mítico, lúdico, mágico que le responsabiliza con un sentido de la creatividad ancestral y dionisíaca, tan clásica que se viste con tules áticos y apolíneos. Sobre el manierismo acarrea la perfección y canta pleno, seguro, una eternidad inconclusa por la que siempre se sacrificó, por la que siempre puso su vivir en peligro y en límites, aun dentro del alcohol y la tristeza (¿por qué, Jesús?) que siempre acompañaron su cántico luminoso, distinto e inaugurador.
No obstante, le dicen que es un hombre temeroso del olvido e inseguro de su realidad duradera, sencillo, con un ingénito temor a la muerte en cuanto equivalencia de la oscuridad y de la nada, y él, tímido y avergonzado, se ríe de sí mismo en las sótanos del interior o llora como una gaviota perdida en la llanura.
Yo brindo, por todo esto, por Tundidor. Y brindo con un vaso de vino duro de bodega zamorana, y a la vez le acompaño en su desolada arbitrariedad orgullosa de múltiples aristas y significados, que trazan el signo de su significante, aun sabiendo que a él le importa un pito tanta zarandaja y palabrería sobre el otero cerrado de la Historia.
Jesús Hilario Tundidor
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'No os engaño si os digo que busqué poeta por paisano y no por testigo
y que su vida a bien será, más larga que mi memoria compungida,
vida es vida por igual, ya sea de pequeño hombre o de héroe nacional
solo recogemos esencias de seres que nos hicieron vibrar y soñar
pero sí ser ellos es nuestra voluntad, más de una vida deberemos dar.'
No pretendo ir de listo ni de entendido, pues bien yo sé que:
"Mi memoria se pierde porque infinita desea ser
mi mente le acompaña porque todo quiere entender,
mi cuerpo lucha incansable contra su vejez
mi corazón lucha en honradez contra todo mal que ve
y !!ayyy de mis versos!! que luchan para eternos ser."
Ojála tuviera más de todo pero estoy seguro que:
'Es imposible comprender este mundo sin la reencarnación
y el paso de la experiencia vivida como seres humanos
a lo más infinito de nuestro ser, nuestra alma.'
Perdón por la intromisión, pues nuestro invitado sin duda es
Don Jesús Hilario Tundidor.
Lo que pasa es que me paso a veces de modesto y solo quiero haceros entender
que su obra no la leí, ni en mi memoria se halla, solo busqué un poeta de Zamora
pues amo esa ciudad como el pueblo de tal bella provincia que me vió nacer.
Jejeje, puede ser pedante pero quién no le gusta que no lea, pero es que me emocionó al escribir y más si me salen rimas sin querer, la idea principal es que no se cuanto de su obra leeré pues no leo obligado en mi incultura sino por buscar el placer de leer algo que entretenga mi tiempo y me guste, así que paso directamente a copiar y pegar 3 de los poemas que más me agradaron de su Obra: 'ELITROS'
1º
CREACIÓN
Toda la cercanía: esta sorpresa
de la semántica, ese tejido de las palabras
con que se dan al mundo, reposa ahí, bajo tu mano.
¡Cómo sientes la vibración, el estremecimiento
de la fábula! ¡Y qué los nombres sean, y
qué los nombres hagan maternidades, limiten
vida...! Labor del signo,
no hay silencio, aun lo callado vive,
como en la fruta así se continúa
el conocer, desde
sí mismo hasta sí mismo, todo
en la recolección que hace el lenguaje
por la yesca del cántico:
poesía esencial,
única, viva, derramada
desde el ser a las cosas, de las cosas
al ser, convertida en pasión, oh, prometida.
2º
TIEMPO
- Elegía -
Como sin importancia
son las tres de la tarde.
Una hora exactísima
para matar el aire.
Como sin importancia
son las tres de la vida,
una hora que muerde
la sombra de los días.
Como sin importancia
son las tres de estar solo:
Guárdame la simiente
tardecica de otoño.
Tardecica de otoño:
Guárdame la simiente.
Como sin importancia
son las tres de la muerte.
3º
A S Í
Y qué le voy hacer si soy tal como
y escribo cuando puedo únicamente
y me cuesta un testículo una estrofa
y aunque transito sobre sus asfaltos
a altas velocidades de conceptos
no es a menudo, como yo quisiera.
Pero además resulta que me aburre
poner sobre el papel lo que sucede
o aquello que estoy viendo, si no alcanzo
a traspasar, aun en dudoso exilio,
la apariencia real de lo anecdótico.
Creo en la inspiración como trabajo
y en el trabajo como inspiración:
la intuición.
Por eso debo ser un poco tonto,
pues si ésta se aturulla ya no cabe
dibujar las palabras que me gustan.
Como me gusta emborracharme cuando
crea en la tarde el pensamiento el alma
y baja luminoso por el río
de la emoción, cargado con la vida,
que es lo que es el cantar esencialmente.
Amo a la Poesía como un niño
y quiero a los poetas porque pienso
que bastante el vivir nos acojona
para dejar, si acaso, unas palabras
o algunos versos y, si el azar gusta,
donar al hombre el oro de un poema.
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Cuidense y disfruten de todo lo que envuelven las palabras de alguien que tiene
algo que decir, porque siente, porque vive, porque escribiendo es feliz.
Mis más sinceros agradecimientos al DISEÑADOR WEB y COLABORADORES de está página:
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