MI SECCIÓN PERSONAL X X I : EL ÚLTIMO CASTIGO

Siguiendo la estela de mi otra sección dedicada a escritos que son ajenos a mí, y en el que se habla del relevo generacional y de las diferencias entre padres e hijos, me gustaría contaros una historia a momentos versadas y a momentos simplemente narrada de algo que yació en mi interior, intentando comprender como de difícil puede llegar a ser, convertirse en padre y ver como tú hijo se aleja a pesar de los esfuerzos de uno.

Decir que no soy padre pero me encantaría serlo llegado el momento, y que con este relato no trato de levantar heridas sino más bien tomar empatía única y exclusivamente con tantos y tantos padres esforzados que lo pasan mal cuando no hay entendimiento mutuo con uno de los hijos, y se pasan el tiempo discutiendo entre gritos, peleas, castigos, etcétera.

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-EL ÚLTIMO CASTIGO-

Noches de espera con un oído alerta y un ojo que no se cierra
desde tú forcejeo con la cerradura hasta la luz de tú habitación,
a Dios por testigo pongo que te dije: "No vengas más de las 2"
y tú me entremiras mientras balbuceas maloliente: "No me lleve el reloj".

De mañana rotos por la falta de sueño o la consabiente resaca
nos cruzamos palabras que rebotan y no llegan a ningún lado,
no se cuando tú rebeldía resquebrajo tu respeto hacía mi
pero no soy ese dictador que dices, solo un padre que se preocupa.

Pocas veces te levante la mano enfadado y cumplí la amenaza
lo mío era un vaivén entre castigos y algún azote de autoridad,
pero te puedo decir hijo mío que mi mano aún temblaba
cuando al día siguiente te veía y cruzábamos las miradas.

No había castigo, azote o conversación pausada a mi parecer
que aplacará tus deseos de hacer lo que te viniera en gana,
pero lo difícil no era comprender esas ganas de libertad
sino la unión de eso con tú irresponsabilidad y cabezonería.

Tuviste en casa siempre mi buen ejemplo y buen ambiente
nunca pequé en exceso ni rehuí conversación ni tratos,
no te prohibí nunca cosas que bien hiciera yo por dar ejemplo
ni te falto, techo, comida, ropa o una buena educación.

Más no hay papel más duro que el de ser padre
y bien lo aprendí yo aquella fatídica noche,
en la que yo por fin, bien te creía dormido
hasta que una llamada me hizo eco de tú muerte.

En ese momento vino a mi mente, horas antes
tú último castigo por venir tarde y bebido,
imaginaba mil reacciones distintas como padre
pero ninguna aplacaba todo lo que yo sentía.

Su ingenio y deseos de hacer lo que quisiera
bien le hubiera valido para mejores causas,
pero se conformaba con las copias de dos llaves
casa y moto que le daban la libertad del adolescente.

Debería haber sido un padre más liberal y/o comprensivo?
O quizás debería haberme comportado como aquél dictador?,
cualquiera me serviría con tal de volverte a ver hijo mío
la realidad me abruma, y se posa incierta en mi labor de padre.

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"PARA TODOS AQUELLOS PADRES QUE SE CUESTIONAN SU LABOR, COMO HIJO QUE SOY Y COMO PADRE QUE DESEARÍA SER, LES MANDO UN ABRAZO ENORME Y FUERZAS PARA SUPERAR TODOS ESOS BACHES CON LOS QUE SE ENCUENTRAN EN LA VIDA A LA HORA DE EDUCAR A UN HIJO, A VECES BACHES INSALVABLES, A VECES EVITABLES PERO AL FIN Y AL CABO COSAS QUE CUALQUIER PADRE SE PUEDE ENCONTRAR EN EL DURO PERO TAMBIÉN FELIZ CAMINO DE LA PATERNIDAD".

CUIDENSE Y SEAN TODO LO FELICES QUE PUEDAN.
LA REALIDAD ES COMO ES Y EL TIEMPO Y EL AMOR TODO LO CURA.

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